Universidades privadas para preparar gente para una sanidad privada y profesionales
para empresas y negocios privados. Ese tipo de gente aborrece lo público, lo estatal, lo
socialista que promueve la igualdad de los ciudadanos. No se resignan a la intervención
estatal, se resisten y promueven revueltas contra el gobierno que intente socializar.
Otro factor que conspira contra los reformadores sociales es la Iglesia que se asigna la
misión de proclamar el Evangelio de Jesús de Nazaret pero desde hace muchos siglos
secuestra ese mensaje y traiciona a su Maestro. Tengamos presente la persecución que
esa Iglesia realizó contra la Teología de Liberación que nació en su seno precisamente
en Iberoamérica. Una de las figuras eclesiales de Nicaragua más hostiles al gobierno
sandinista es Rolando José Álvarez Lagos, obispo de Matagalpa, cuya actuación no
evoca en absoluto al Jesús del Evangelio. No puedo creer en una Iglesia que tales
obispos tiene. Acusan de dictadura al gobierno sandinista, pero éste al menos salió de
elecciones. ¿Quién eligió a Rolando y a los demás obispos católicos de orbe? Los
miembros de la Iglesia no podemos elegir ni siquiera al párroco de nuestro barrio. Es
cierto que de la Universidad también salen algunas dignas personas como los mártires
de la UCA de El Salvador, y que hay bastantes sacerdotes y religiosos/as que siguen
fielmente al Maestro Jesús. El actual papa Francisco, dignamente, intenta superar el
desgraciado legado de largas etapas de deformación eclesial. Pero ejemplos individuales
aparte, como instituciones, la Iglesia y la Universidad son unos puntales ideológicos de
la sociedad burguesa.
Por último, como elemento de influencia ideológica a favor del sistema de dominación
imperante debemos mencionar a la prensa, los medios informativos. La campaña
mediática que comentamos se encuadra en una ofensiva que pretende derribar al
gobierno legítimo de Nicaragua. Entre el arsenal de argumentos utilizados contra el
sandinismo se insiste en que éste no respeta los Derechos Humanos. El principal de los
derechos (y deberes) humanos es el de luchar contra la opresión y la explotación. No
siempre se pueden elegir las circunstancias y características de esa lucha; si antes aclaré
que había que mirar con comprensión y compasión a quien se veía obligado a recurrir a
la violencia si no tenía otro medio de defenderse, esto se aplica también para quien no
tiene otro medio de resistir a la ofensiva económica, política, religiosa e ideológica de
los enemigos de la humanidad. Sin esa fuerte resistencia, el régimen sandinista
sucumbiría como el de Goulart en Brasil (1964), el de Juan Bosch en la República
Dominicana (1965), el de Salvador Allende en Chile (1973), el de Maurice Bishop en
Granada (1983), el de Noriega en Panamá (1989), el de Salvador Correa en El Salvador
(2010), el de Fernando Lugo en Paragüay (2012), el de Dilma Rousseff en Brasil
(2016)… Para luchar contra el capitalismo y el imperialismo no se puede esperar a que
sean santos quienes se les enfrenta. Por lo demás, el hecho de que el gobierno de Ortega
tenga tales enemigos como el clero retrógrado, la intelectualidad del supremacismo
clasista burgués, los grandes terratenientes, la prensa mercenaria, la CIA…. es algo que
honra a ese gobierno. Algo bueno debe estar haciendo ese régimen si suscita la
hostilidad de tal caterva de fieles servidores del capitalismo imperialista.
Faustino Castaño. (Gijón – Asturias)